Empezar por unos versos y acabar arropado por las sábanas. Esperar sentir el calor de tus caricias y levantarme alegre cada mañana. Todas tus noches, Luna, me hacen respirar aire puro de la montaña. Todos los días, recién acabada tu noche, me hacen añorar tu manto. Solo, esperando tu llamada, soñando con La Luna.